Analis Indie: Limbo

Nos despertamos en un bosque oscuro sin saber donde estamos exactamente pero con un camino claro hacia donde ir y un único modo de seguir adelante ante los terribles peligros que nos acechan la de morir mil y una vez para aprender a seguir adelante, todo ello ante una dirección artística magistral y una jugabilidad sencilla pero tremendamente divertida.

Pero comencemos por el principio, el juego nos pone en la piel de una especie de niño que se despierta en un bosque y que suponemos tiene que volver a casa pero el camino esta plagado de monstruos, trampas y otras "personas" que intentaran pararnos los pies y lo pongo entre comillas por el simple echo de que los que nos encontremos ni siquiera se preocuparan de discutir con nosotros solo intentaran matarnos de diversas formas sin mediar palabra.

La jugabilidad es toda una delicia pues que estamos ante un plataformas a lo clásico pero con elementos muy actuales, como los cambios de gravedad y que resultan en un plataformeo en el que necesitas ir resolviendo una serie de puzzles muy enrevesados y que necesitaran de toda nuestra astucia para ser resueltos, pero la única forma  de resolverlo es mediante el método del ensallo error es decir que tendrás que morir muchas veces para poder avanzar en el juego. Hay quien critica el juego por su corta duración pero si el juego durase 10 horas seria un petardo infumable porque aun teniendo una mecánica magistral esta no esta pensada para un juego de una duración mayor, sus 3 o 4 horas resultan increíbles.

El apartado artístico es la joya de la corona junto con su interesante banda sonora, el apartado artístico tanto en las zonas boscosas como en las urbanas el diseño tanto de los escenarios como de los personajes resulta magistral y en lo que a la banda sonora se refiere no destaca tanto la música en si como sus efectos sonoros, el de las trampas, las arañas, los mosquitos o la electricidad que son magníficos metiendo al jugador en el ambiente oscuro y tosco del juego.